Plagas de jardín, conocerlas para evitarlas

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Plagas de jardín, conocerlas para evitarlas

Conoce a tu enemigo y en cien batallas nunca serás derrotado”, ¿te suena esta frase? Es una de las “perlitas” que encontramos en el best sellerEl arte de la guerra” del maestro Tzun Tzu, un tratado de guerra que los líderes occidentales llevan poniendo en práctica cientos de años para afrontar problemas cotidianos. Y es que las plagas de jardín son, quizá, el problema cotidiano más poderoso al que nos enfrentamos los aficionados al huerto y la jardinería. Hormigas, caracoles, babosas, arañas blancas… Seres vivos que pueden acabar en pocas horas con cientos de horas de trabajo, bastante dinero y mucha ilusión.

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Saber qué es una plaga, conocer las principales plagas que pueden acabar con nuestro jardín o nuestro huerto, aprender remedios caseros contra las hormigas o conocer las enfermedades de las plantas producidas por plagas son algunas de las respuestas que hoy encontrarás aquí, en tu blog favorito dedicado a la huerta y el jardín. ¿Empezamos?

Qué es una plaga

Como sabes, llamamos plaga a ese conjunto de organismos vivos (animales o plantas) que son capaces de devorar y acabar con las plantas, las cosechas, etc. En los últimos años las plagas y enfermedades agrícolas se tienen mucho más controladas que hace unas décadas, pero siguen siendo un grave problema tanto a nivel profesional, como para los miles de aficionados al cultivo ecológico.

La hormiga, la mariposa de la col, las orugas, los caracoles y las babosas, las altisas, las tesonamas, la mosca de la zanahoria, la mosca de la col, la mosca de la cebolla y los gusanos de alambre o zapadores, etc., son algunas de las plagas más frecuentes que pueden asolar nuestro huerto o jardín.

Veamos algunos detalles de las cuatro plagas más frecuentes: la hormiga, el pulgón, las babosas y los caracoles.

 

La hormiga

Tener hormigas en el huerto o en el jardín es, quizá, una de las peores plagas a las que puedes enfrentarte porque si está bien alimentada, una colonia puede llegar a vivir hasta siete años (igualito que contaban de las plagas bíblicas).

El problema de estos minúsculos enemigos no es sólo que se coman los brotes tiernos, las hojas y demás, el problema es que ayudan y protegen a otra de las peores plagas a las que nos podemos enfrentar y que causa muchas de las enfermedades de las plantas: los pulgones.

 

El pulgón

¿Has visto en tus plantas un insecto verdinegro, gris, verde o castaño oscuro? Seguramente sea una de las variedades de pulgón que está chupando la savia como si fuera un diminuto vampiro. Pero además de comerse la sangre de nuestras plantas, el peligroso pulgón las asfixia lentamente ya que su cuerpecillo segrega una especie de telilla viscosa que no permite la oxigenación.

 

Babosas y caracoles

Las babosas y los caracoles son dos moluscos prácticamente igual de dañinos para las plantas, las únicas diferencias es que unos tienen concha y otros no y que los caracoles están riquísimos con una buena salsa picante y las babosas no se pueden comer (al menos en Europa).

Como todos sabemos, a las babosas y los caracoles les encanta salir justo después de llover, ¿por qué? Porque así les es más sencillo comer y destruir los tallos tiernos de las plantas más jóvenes, las hojas más fresquitas, etc.

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Enfermedades de las plantas

Si llevas tiempo cultivando un huerto o cuidando un jardín,  seguro que sabes la cantidad de enfermedades a las que están expuestas las plantas: oídio, roya, botritis, hernia de la col, mildiu, virosis, fusariosis, pie negro, sarna…

Algunas de estas enfermedades se pueden prevenir trabajando con una sulfatadora de vez en cuando, utilizando un abono orgánico de alta calidad, manteniendo la tierra bien oxigenada, regando bien el terreno, etc.,  pero muchas otras enfermedades de las plantas aparecen a pesar de todos nuestros esfuerzos. Un par de ejemplos:

– El oídio.

El oídio es un hongo que cubre las hojas de las plantas de una capa espesa de polvillo blanco. El oídio suele atacar sobre todo a las plantas de la vid, las tomateras, los árboles frutales, las rosas, los claveles, la menta aromática, etc. Para tratar el oídio podemos espolvorear las hojas de las plantas dañadas con azufre, cola de caballo, etc.

– La botritis.

La botritis o podredumbre gris es una de las enfermedades de las plantas más temidas por los hortelanos aficionados porque se ceba en dos de los productos más comunes de los huertos particulares: las lechugas y los tomates. El hongo responsable de esta enfermedad tiene especial predilección por los tallos más gordos y jugosos y las hojas más blanditas de las plantas y, simplemente, las pudre. La botritis se puede extender con mucha rapidez, sobre todo en primavera cuando el clima es más suave y húmedo.

Una de las formas de prevenir que la enfermedad pase de planta a planta y acabe con tu jardín es podando con mucho cuidado las hojas infectadas o dañadas. Además, si las plantas han recibido una lluvia de granizo o una tormenta fuerte, es muy buena idea revisar el huerto al día siguiente y recortar las hojas que hayan sufrido golpes y heriditas.

 

Remedios caseros para las hormigas

Si consultas a un horticultor profesional, seguro que te da un montón de consejos para eliminar las plagas y prevenir las enfermedades de las plantas de tu huerto o jardín. Nosotros hoy nos vamos a centrar en una de las plagas más pesaditas y presentes en nuestros jardines: las dichosas hormigas.

Remedios caseros para las hormigas

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Todo el mundo afirma saber cómo eliminar las hormigas de las plantas, nosotros hemos probado con éxito estos dos remedios  naturales:

  1. Plantando enemigos naturales.

La naturaleza es muy sabia, tanto, que nos regala aliados naturales que nos pueden ayudar a prevenir las plagas de jardín. Recuerda que existen muchas plantas que previenen la aparición de plagas y enfermedades de las plantas, entre ellas las hormigas. Algunas de las más efectivas son:

– La ruda.

– La lavanda.

– El ajenjo.

– La menta.

– La hierbabuena.

– Los crisantemos.

  1. Infusión de ajo.

Hidrata en agua dos o tres cabezas de ajo durante la noche. Al día siguiente, pon la cazuela a hervir durante quince o veinte minutos. Deja enfriar la solución y sulfata bien todos los rincones donde hayas visto hormigas. Por supuesto, si encuentras su casa y echas un buen chorro de agua de ajo en ella, tendrás más posibilidades de ahuyentar a esta peligrosa plaga de jardín.

Remedios caseros para las hormigas