Despalilladoras. Usos y tipos

Las despalilladoras forman parte de la maquinaria agrícola que ha logrado acelerar el proceso productivo que se inicia con la recolección y acaba con la obtención de los distintos productos finales, como pueden ser el vino, la sidra o el aceite.

Su función básica es limpiar cuidadosamente los frutos obtenidos tras la cosecha, separando y eliminando restos vegetales inservibles como hojas, pequeñas ramas o los raspones que unen cada uva a su racimo en el caso de las despalilladoras de uvas.

Conocer sus características, su funcionamiento y el rendimiento que con ellas se puede obtener en bodegas y almazaras es importante a la hora de elegir la despalilladora apropiada para cada sector y volumen de producción.

El proceso despalillado

Hay que situar las máquinas despalilladoras en el inicio del proceso de tratamiento de los frutos recogidos. Sean cuales sean esos frutos, el primer paso siempre va a consistir en una limpieza minuciosa que facilite su posterior estrujado, es decir, la obtención de los valiosos jugos que guardan, mosto en el caso de la uva o aceites en el de la aceituna.

La despalilladora combina rapidez y precisión a la hora de realizar ese trabajo previo al manipulado del fruto, realizando un primer cribado que elimina restos de tierra o pequeñas piedras y, al mismo tiempo, lo desprende de su soporte vegetal natural, ramas o racimos. En el caso de las despalilladoras utilizadas en la elaboración de vino, estas máquinas también logran quitar el raspón de cada uva, algo especialmente importante si el objetivo es obtener tintos, ya que algunas de las sustancias que contiene el raspón podrían alterar el sabor y la calidad del producto final.

Una vez que la uva llega al almacén para su tratamiento, la despalilladora entra en acción. Los racimos se introducen en la tolva receptora con la que cuentan estas máquinas. De ahí, pasan al tambor central, donde se encuentran los rodillos que realizan el despalillado. Esos rodillos, que giran a gran velocidad, presentan multitud de pequeños orificios, de medida variable, por los que irán pasando las uvas mientras se van desprendiendo de racimos, pequeños palos y raspones.

En el caso de las despalilladoras utilizadas en el sector oleico, los rodillos suelen tener forma helicoidal. Al girar haciendo un movimiento vibratorio,logran despalillar las olivas, sin dañarlas, al caer en ellos procedentes la tolva.

Una vez despalillados, los frutos caen en una nueva tolva, ya listos para el siguiente paso: el proceso de prensado o estrujado.

Despalilladoras manuales o mecánicas

Tanto en la producción de vinos, a mayor o menor escala, como en la elaboración de aceites de oliva virgen y virgen extra, las despalilladoras se han convertido en herramientas indispensables a la hora de obtener productos de calidad en un tiempo notablemente inferior al que supondría eliminar los elementos vegetales sobrantes a mano.

Aunque son los dos sectores en los que las despalilladoras resultan esenciales, no son los únicos, porque la eficiencia de estas máquinas ha hecho que ya se utilicen en el tratamiento de otras frutas u hortalizas como manzanas o tomates.

En cuanto a los distintos modelos que se pueden encontrar, hay que distinguir entre las despalilladoras manuales y las mecánicas. Las primeras tienen menor capacidad y son una buena opción para pequeños productores o para aquellos amantes de la enología que disfrutan elaborando sus propios vinos en casa. Las mecánicas, que funcionan por electricidad o motor de combustión, no faltan en las plantas transformadoras agroindustriales y su capacidad es variable. Las de mayor capacidad suelen contar con bomba de centrifugado para obtener resultados óptimos en el despalillado.

Por último, hay que señalar que también hay máquinas de este tipo que aúnan dos funciones básicas en el proceso de elaboración de vinos: el despalillado y el estrujado. En este caso, las despalilladoras incorporan dos mecanismos distintos en una misma herramienta mecánica. El primero realiza el despalillado, filtrando las uvas a través de los rodillos que impiden el paso de las ramas y raspones y el segundo estruja las uvas, también mediante rodillos, sin llegar nunca a triturarlas.

Dependiendo del tipo de vino que quieras elaborar y de la cantidad que desees obtener resultará conveniente una despalilladora manual o mecánica o una única máquina despalilladora – estrujadora.